26/10 - El Santo Megalomártir Demetrio el Mirobleta


Este glorioso Santo, Gran Mártir Demetrio, "de quien emana miro" (del gr. "Μυροβλύτης", [Miroblítis]) de Tesalónica, nació aproximadamente entre los años 280 y 284 d.C. Fue hijo de un procónsul romano en Tesalónica y fue martirizado por el emperador Diocleciano y Maximiano sobre el año 305.


Ya habían transcurrido tres siglos y el paganismo romano estaba espiritualmente destrozado y derrotado por la multitud de Mártires y Confesores del Salvador. Entonces intensificó sus persecuciones.


Los padres de San Demetrio pertenecían a la aristocracia, pero eran cristianos en secreto, y él fue bautizado y educado en la fe cristiana en una iglesia secreta en la casa de su padre. Cuando Demetrio había alcanzado la madurez y su padre había muerto, el emperador Galerio Maximiano había ascendido al trono. Maximiano, confiado en la educación de Demetrio, así como en su capacidad administrativa y militar, lo nombró a la posición de su padre como procónsul del distrito de Tesalónica.


Ya desde joven (22 años) se hizo estratega y especialista en el arte militar, de modo que, a pesar de su edad, fue nombrado general del ejército de Tesalia y procónsul de Grecia por Maximiano Galerio, César de Grecia y Macedonia. Todos estos honores no hicieron que Demetrio perdiera de vista las cosas más importantes: las relacionadas con la salvación del alma. Al ser desde siempre piadoso y estudioso de la doctrina de Jesucristo, pasaba una buena parte del día estudiando e interpretando las enseñanzas de Cristo de manera pública, sin ocultarse, tanto que muchos paganos de Tesalónica y de la región se convirtieron al cristianismo a pesar de las persecuciones que el emperador decretó contra los cristianos. La política del emperador con relación a los cristianos se expresó simplemente: “Entrega a la muerte a todo aquel que invoque el nombre de Cristo”.


El emperador no sospechaba que, mediante el nombramiento de Demetrio, le había proporcionado a este una manera de llevar a muchas personas a Cristo. Al aceptar el nombramiento, Demetrio regresó a Tesalónica y de inmediato confesó y glorificó a nuestro Señor Jesucristo. En lugar de perseguir e imputar a los cristianos, comenzó a enseñar la fe cristiana abiertamente a los habitantes de la ciudad y a derrocar las costumbres paganas y la idolatría.  También creó una agrupación de jóvenes para el estudio de la Santa Escritura.


El compilador de su vida, San Simeón Metafrastes, dice que, debido a su celo por la enseñanza, se convirtió en un segundo Apóstol Pablo. Desde Tesalónica, Jorge, el Apóstol de los gentiles, una vez fundó en esta ciudad la primera comunidad de creyentes.


El Señor también destinó a San Demetrio a seguir al Santo Apóstol Pablo como mártir. Cuando Maximiano se enteró de que el procónsul recién nombrado era cristiano y de que había convertido a muchos súbditos romanos al cristianismo, la ira del emperador no conoció límites. Al regresar de una campaña en la región del Μar Νegro, el emperador llevó a su ejército a través de Tesalónica, decidido a masacrar a los cristianos. Al enterarse de esto, San Demetrio ordenó a su siervo Lupo distribuír sus riquezas terrenales entre los pobres, «ya que buscaremos las riquezas celestiales entre nosotros». Comenzó a orar y a ayunar, preparándose para el martirio. Cuando el emperador llegó a la ciudad, llamó a Demetrio, quien con valentía se confesó cristiano y confesó la falsedad y la inutilidad del politeísmo romano.


Fue torturado terriblemente y encarcelado en el año 303 d.C. En la cárcel se le apareció un ángel, confortándolo y animándolo. Mientras tanto, el emperador se divertía organizando juegos en el circo. El campeón fue un bárbaro con el nombre de Lieo. Este desafió a los cristianos a luchar contra él en una plataforma elevada sobre lanzas punta arriba de los soldados victoriosos. Un valiente cristiano llamado Néstor fue a la cárcel a visitar a su consejero Demetrio para pedirle su bendición para luchar contra el bárbaro. Con la bendición y las oraciones de Demetrio, Néstor venció al luchador bárbaro Lieo y lo arrojó desde la platafoma sobre las lanzas de los soldados, al igual que el pagano habría hecho con el cristiano. El emperador, enfurecido, ordenó la ejecución del Santo Mártir Néstor y envió a unos guardias a la prisión para matar a San Demetrio. En la madrugada del 26 de Octubre, varios soldados fueron a la prisión del soldado y lo atravesaron con lanzas. Su fiel servidor, San Lupo, recogió la ropa empapada de sangre del santo y cogió el anillo imperial de su dedo, símbolo de su alto status, y lo sumergió en la sangre. Con el anillo y otras cosas santificadas por la sangre de San Demetrio, San Lupo comenzó a curar a los enfermos. El emperador dio órdenes para detenerlo y matarlo.


El cuerpo de Santo Gran Mártir Demetrio fue arrojado a las fieras para ser devorado, pero los cristianos lo tomaron y lo enterraron en secreto. Durante el reinado de San Constantino una Iglesia fue construida sobre la tumba de San Demetrio. Cien años más tarde, durante la construcción de una nueva Iglesia majestuosa sobre la antigua, fueron descubiertos los restos incorruptos del Santo Mártir. Desde el s. VII un flujo milagroso de miro perfumado fue encontrado debajo de la cripta del Gran Mártir Demetrio (de ahí su nombre, “ο Μυροβλύτης”, el emanador de miro).


El Santo Mártir Demetrio es muy venerado en muchos países, más particularmente en Grecia y en Rusia.


Los escritores de himnos de San Demetrio, Eustaquio de Tesalónica, Gregorio Palamás y Demetrio Crisoloras, hacen referencia a que el cuerpo del Santo fue enterrado en el lugar del martirio, del cual después salía miro.


En las imágenes bizantinas y también en la actual hagiografía, San Demetrio se presenta a menudo como un jinete sobre un caballo rojo (frente al caballo blanco de San Jorge), que pisotea al infiel Lieo. Hoy San Demetrio es el patrón de la ciudad de Tesalónica.


Uno de los muchos milagros del Santo es el siguiente. En el año 1823 d.C. los turcos, que estaban instalados en la Acrópolis de Atenas, preparaban las municiones para disparar con sus cañones a los griegos que estaban reunidos en el templo de San Demetrio, pero este hizo un milagro para que se salvasen los cristianos y la pólvora explotó en las manos de los turcos, destrozando también parte del monumento del Partenón. Como memoria de este milagro, el templo se llama San Demetrio Lumpardiáris, de «lumparda», que era el cañón de los turcos que explotraron.


Se le considera protector de los jóvenes y es invocado contra las tentaciones lujuriosas.


Homilía sobre San Demetrio


San Demetrio, originario de Tesalónica, vivió en la época de los emperadores Diocleciano y Maximiano y sufrió martirio por Cristo a principios del siglo IV. Su muerte fue así: un celebra gladiador de origen pagano y favorito del emperador, llamado Lyaios, se presentó en el estadio de Tesalónica retando a la población a que luchara contra él. El joven soldado Néstor, compañero de san Demetrio que ha había sido arrestado por su condición de cristiano, aceptó el reto no sin antes acercarse a la cárcel a pedir la bendición y oraciones de san Demetrio. En la lucha, san Néstor mató al gigante gladiador dejándolo tendido en la arena. Maximiano montó en cólera y averiguando donde estaba la causa de la victoria ordenó matar a Demetrio y a Néstor. Este hecho es el que se resume en el himno que cantamos cada 26 de octubre: " La cristiandad ha encontrado en ti un gran aliado en los momentos de peligro, oh atleta victorioso de las naciones paganas. Tú que has humillado la insolencia de Lyaios alentando a Néstor en el estadio, ruega a Cristo Dios, oh gran mártir Demetrio, que nos conceda su gran misericordia".


¿Qué significa para nosotros, cristianos del siglo XXI, este hecho heroico, este martirio ocurrido hace 1700 años?


El martirio ha sido situado y ha sido celebrado por la Iglesia antigua como el grado más alto de la vida espiritual y el culto a los santos fue, en sus comienzos, el culto a los mártires. El misterio de la sangre voluntariamente derramada transforma al hombre en "eucaristía": el mártir no es solamente "amigo" de Cristo, sino que se convierte también en "partícipe" de la vivificante Cruz del divino Salvador. Así como la Cruz de Cristo se identifica con su resurrección, también la sangre vertida por el mártir se contempla, al mismo tiempo, como vino eucarístico y como vino de embriaguez espiritual. En el punto álgido de su "pasión" el mártir experimenta la alegría inefable de Pascua. El mártir no tiene miedo a la muerte porque Cristo ha vencido a la muerte y la ha cambiado por resurrección. No es un estoico, ni necesariamente un asceta ni, con frecuencia, menos aún un combatiente voluntario; por lo general es una persona humilde que, no obstante, en lugar de volverse insensible o rebelarse en el momento de la prueba, se abandona totalmente a Cristo con infinita confianza. Entonces Cristo los libra del dolor sustituyéndolo por alegría. Así. por ejemplo, en el martirio de las santas Perpetua y Felicidad. vemos a ésta última gemir en prisión por los dolores de parto de su hija y mientras el carcelero se burla de ella, Felicidad encuentra la fuerza para responderle: "Ahora soy yo sola la que debe soportar lo que soporto, pero has de saber que en la arena será otro el que soportará en mi lugar lo que yo sufra por Él". Y tal como figura en el relato de su martirio, la santa apareció durante el tormento en un estado de éxtasis.


¡Qué lección para todos nosotros! Ante estos hombres y mujeres que recibían la muerte pronunciando palabras de amor, la sociedad romana de la época y sus dirigentes empezaron a adquirir una cierta toma de conciencia y a interesarse poco a poco por los nuevos valores que proponían estos adeptos a Cristo. La no sumisión en nombre de la conciencia y de la fe, es decir, en nombre de la más alta libertad personal, esta extraña conducta de oposición "no por odio, sino por amor", terminó por demostrar durante los primeros siglos de la era cristiana, que el poder del hombre se encuentra limitado por el misterio de la persona. Así, en el año 313, el poder romano  tuvo que reconocer oficialmente la libertad religiosa para los cristianos, y con ello para todos, bajo la forma de decreto imperial conocido como el Edicto de Milán. Este hecho fue verdaderamente obra, junto a otros, de san Demetrio.


Bien es verdad que la sociedad cristiana traicionó con frecuencia, más tarde, su lucha por la libertad. Nuestra Iglesia ha continuado constantemente aplicando el principio de "lo único necesario" con un asombroso ejemplo: la continuidad de sus mártires. No sólo de los mártires de los emperadores paganos o heréticos, sino también de la época de la ocupación otomana, con numerosos mártires griegos bajo el poder turco, así como los casos ocurridos bajo los regímenes totalitarios del siglo pasado, mártires torturados o ejecutados en los gulags u otros lugares de detención.


La enseñanza de los mártires es que Dios, y sólo Dios, es la verdadera libertad del hombre. El cristiano, aún estando en el mundo, no es del mundo y, por tanto, lo puede cambiar. La presencia de la Iglesia entre los hombres de todos los tiempos, su capacidad de independencia, la fuerza del testimonio de "lo único necesario" es que Cristo resucitado libera al mundo de su fatalidad y le ofrece una salida por el poder del Espíritu Santo actuando en todo el universo. Añadamos también que junto a los mártires de la sangre se encuentra el martirio "blanco" de los monjes, esos hombres que con su oración y su silencio, su transparencia y su paz, permiten a las energías divinas fecundar misteriosamente la historia. Aún más, junto a los mártires y los monjes hay que situar a todos nuestros fieles, conocidos o desconocidos, que cada día dan testimonio de una vida más fuerte que la muerte a pesar de las pruebas y de las burlas que han de soportar de quienes les rodean.


"¡Da tu sangre y recibe el Espíritu!" En la santa persona de nuestro Gran Mártir Demetrio el Myroblita el tiempo queda suspendido. Con él vivimos tanto el ayer como el presente. A través de él vemos desplegarse siglo tras siglo la cadena indisoluble de los mártires y los testigos de Cristo. San Demetrio ofrece sus sangre por su divino Maestro y, a cambio, recibe el Espíritu de Dios. Roguemos para que por su intercesión se nos conceda el Espíritu vivificante, el "agua viva" que su gracia irrigue sin cesar toda la creación y de la que tanta necesidad tenemos hoy día para saciar nuestra propia sed.


+ Arch. Demetrio


LECTURAS


En Vísperas


Is 63:15-20;64,1-4;7-8: Contempla desde los cielos y mira desde tu morada santa y gloriosa. ¿Dónde están tu celo y fortaleza? ¿Es que han sido reprimidas tu entrañable ternura y compasión hacia nosotros? ¡Tú eres nuestro padre! Abrahán nos desconoce, Israel nos ignora. Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre desde siempre es «nuestro Libertador». ¿Por qué nos extravías, Señor, de tus caminos, y endureces nuestro corazón para que no te tema? Vuélvete, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. Por poco tiempo tu pueblo santo había poseído su heredad, cuando nuestros enemigos pisotearon tu santuario. Somos desde hace tiempo aquellos sobre los que tú ya no gobiernas, los que no llevamos ya tu nombre. ¡Ojalá rasgases el cielo y descendieses! En tu presencia se estremecerían las montañas, lo mismo que el fuego abrasa los arbustos, y como el fuego hace hervir el agua; así harías conocer tu nombre a tus adversarios. Ante ti temblarían las naciones cuando ejecutaras portentos inesperados: «Descendiste, y las montañas se estremecieron». Jamás se oyó ni se escuchó, ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por quien espera en él. Sales al encuentro de quien practica con alegría la justicia y, andando en tus caminos, se acuerda de ti. Pero en los caminos de antiguo seremos salvados. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú nuestro alfarero: todos somos obra de tu mano. No te irrites, Señor, en demasía, no recuerdes por siempre nuestra culpa: mira que somos tu pueblo.


Jer 2,1-12: Esto dice el Señor: Recuerdo tu cariño juvenil, el amor que me tenías de novia, cuando ibas tras de mí por el desierto, por tierra que nadie siembra. Israel era sagrada para el Señor, fruto primero de su cosecha: quien probaba de ella lo pagaba, la desgracia caía sobre él —oráculo del Señor—. Escuchad la palabra del Señor, casa de Jacob, tribus todas de Israel. Esto dice el Señor: ¿En qué falté a vuestros padres para que fueran alejándose de mí? Siguieron vaciedades y se quedaron vacíos. No fueron capaces de preguntarse: «¿Dónde está el Señor, que nos trajo de Egipto, que nos guió por el desierto, por estepas y barrancos, por tierra sedienta y oscura, tierra que nadie atraviesa, en donde nadie se asienta?». Os traje a una tierra de huertos, para comer sus frutos deliciosos; pero entrasteis y profanasteis mi tierra, hicisteis abominable mi heredad. Los sacerdotes no preguntaban: «¿Dónde está el Señor?». Los expertos en leyes no me reconocían; los pastores se rebelaban contra mí, los profetas profetizaban por Baal, fueron tras ídolos que no sirven de nada. Por eso, vuelvo a pleitear con vosotros, —oráculo del Señor—, y con los hijos de vuestros hijos pienso pleitear. Navegad hasta las costas de Quitín, y mirad, despachad gente a Cadar, e investigad si allí ha sucedido cosa semejante: ¿Cambia de dioses un pueblo? —y eso que no son dioses—; pues mi pueblo cambió su Gloria por dioses que no valen nada. Espantaos, cielos, de ello, horrorizaos y temblad aterrados —oráculo del Señor—. 


Sab 3,1-9: La vida de los justos está en manos de Dios, y ningún tormento los alcanzará. Los insensatos pensaban que habían muerto, y consideraban su tránsito como una desgracia, y su salida de entre nosotros, una ruina, pero ellos están en paz. Aunque la gente pensaba que cumplían una pena, su esperanza estaba llena de inmortalidad. Sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes bienes, porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de él. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como sacrificio de holocausto. En el día del juicio resplandecerán y se propagarán como chispas en un rastrojo. Gobernarán naciones, someterán pueblos y el Señor reinará sobre ellos eternamente. Los que confían en él comprenderán la verdad y los que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque la gracia y la misericordia son para sus devotos y la protección para sus elegidos.


En Maitines


Lc 21,12-19: Dijo el Señor a sus discípulos: «Sabed que os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio. Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».


En la Liturgia


2 Tim 2,1-10: Hijo mío, Timoteo, hazte fuerte en la gracia de Cristo Jesús, y lo que has oído de mí, a través de muchos testigos, esto mismo confíalo a hombres fieles, capaces, a su vez, de enseñar a otros. Toma parte en los padecimientos como buen soldado de Cristo Jesús. Nadie, mientras sirve en el ejército, se enreda en las normales ocupaciones de la vida; así agrada al que lo alistó en sus filas. Tampoco el atleta recibe la corona si no lucha conforme a las reglas. El labrador que se afana con fatiga tiene que ser el primero en participar de los frutos. Reflexiona lo que digo, pues el Señor te dará inteligencia para que lo comprendas todo. Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, nacido del linaje de David, según mi evangelio, por el que padezco hasta llevar cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación y la gloria eterna en Cristo Jesús.


Jn 15,17-27;16,1-2: Dijo el Señor a sus discípulos: «Esto os mando: que os améis unos a otros. Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia. Recordad lo que os dije: “No es el siervo más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra. Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió. Si yo no hubiera venido y no les hubiera hablado, no tendrían pecado, pero ahora no tienen excusa de su pecado. El que me odia a mí, odia también a mi Padre. Si yo no hubiera hecho en medio de ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado, pero ahora las han visto y me han odiado a mí y a mi Padre, para que se cumpla la palabra escrita en su ley: “Me han odiado sin motivo”. Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios».



Fuente: Cristianismo Bizantino / Sagrada Biblia de la Conferencia Episcopal Española
Adaptación propia

Comunicat: Sesiunea extraordinară a Sinodului Episcopilor Bisericii Române Unite cu Roma, Greco-Catolică


În conformitate cu prevederile canonice în vigoare, având consimțământul Sinodului Permanent, Preasfinția Sa Cristian Dumitru Crișan, Administrator al Bisericii Greco-Catolice din România, a convocat pentru perioada 2-6 noiembrie 2025 sesiunea extraordinară a Sinodului Episcopilor Bisericii Române Unite cu Roma, Greco-Catolică, în vederea alegerii noului Arhiepiscop Major, scaun rămas vacant după trecerea la cele veșnice a Preafericitului Părinte Lucian Cardinal Mureșan.


Cu acordul Eminenței Sale Cardinal Claudio Gugerotti, Prefectul Dicasterului pentru Bisericile Orientale, sesiunea sinodală se va desfășura la Roma și va fi găzduită la Colegiul Pontifical Pio Romeno.


În zilele de 3 și 4 noiembrie 2025 Episcopii membri ai Sinodului vor participa la două zile de reculegeri spirituale, meditațiile fiind ținute de Pr. Rinaldo Iacopino, părintele spiritual al Colegiului. Marți, 4 noiembrie 2025 se va celebra Sfânta Liturghie Arhierească urmată de rânduiala Parastasului, la împlinirea celor 40 de zile de la trecerea la Domnul a Preafericitului Părinte Lucian Cardinal Mureșan.


Preoții, persoanele consacrate și toți credincioșii se pot uni în semn de comuniune spirituală la acest moment important din viața Bisericii noastre, recitând următoarea rugăciune:


Rugăciune la intenția alegerii noului Arhiepiscop Major


Doamne Dumnezeul nostru, Părinte atotținătorule, de la care coboară toată darea cea bună și tot darul desăvârșit, să se reverse binecuvântarea Ta asupra noastră, dăruindu-ne bucuria adevărului Tău și a îndurării Tale. Tu care călăuzești Biserica mântuită cu scump sângele Tău, păzește-o cu sfințire statornică.


Dăruiește Doamne Bisericii Tale Române Unite cu Roma, Greco-Catolice, Păstor vrednic și drept, bineplăcut Ție prin înțelepciune, prudență și viață sfântă, iar nouă de folos părinte, sfințitor și învățător al adevărului Tău.

Fă ca lumina Sfântului Spirit, Mângâietorul, să coboare asupra arhiereilor care îl vor alege pe cel chemat să fie Păstorul Bisericii Tale.

Că bun şi iubitor de oameni Dumnezeu eşti şi Ţie mărire înălțăm, Tatălui şi Fiului şi Spiritului Sfânt, acum şi pururea şi în vecii vecilor. Amin.



Notar
Pr. Liviu Ursu

Preasfințitul Părinte Cristian Crișan este Administratorul Bisericii Arhiepiscopale Majore Greco-Catolice din România


Notă sinodală


În urma vacantării scaunului Arhiepiscopal Major la data de 25 septembrie 2025, prin trecerea la cele veșnice a Preafericirii Sale Lucian Cardinal Mureșan, Arhiepiscop Major al Bisericii Române Unită cu Roma, Greco-Catolică, în conformitate cu prevederile can. 127 din Codul Canoanelor Bisericilor Orientale, Preasfințitul Părinte Cristian Dumitru Crișan, având calitatea de Episcop al Curiei Arhiepiscopiei Majore, este Administratorul Bisericii Arhiepiscopale Majore Greco-Catolice din România, până la alegerea noului Arhiepiscop Major.


† CLAUDIU

Secretarul Sinodului Episcopilor Bisericii Române Unite cu Roma, Greco-Catolică


Pr. Liviu Ursu

Notarul Sinodului Episcopilor

Preafericirea Sa Lucian Cardinal Mureșan, Arhiepiscopul Major al Bisericii Greco–Catolice din România, a trecut la Domnul


Cu regret și durere în suflet, dar întăriți de speranță în mila şi mângâierea care vin de la Dumnezeu, anunțăm că astăzi, 25 septembrie 2025, la ora 13:20, Preafericitul Părinte Lucian Cardinal Mureșan, Arhiepiscop Major al Bisericii Române Unite cu Roma, Greco-Catolică şi Mitropolit al Arhieparhiei de Alba Iulia şi Făgăraş, a trecut la Domnul, la vârsta de 94 de ani.


Toți cei care l-au cunoscut pe Preafericitul Părinte Cardinal Lucian, episcopi, preoți, persoane consacrate și credincioși, înalță rugăciuni pentru odihna sufletului blândului slujitor al Domnului, cu credință în Mântuitorul nostru Isus Cristos, Cel Înviat a treia zi.


Vineri, 26 septembrie 2025, la ora 18:00, va avea loc transferul sicriului cu trupul Preafericirii Sale Cardinal Lucian. Procesiunea va porni de la Castelul Mitropolitan spre Catedrala Arhiepiscopală Majoră „Sfânta Treime” din Blaj, fiind invitați să ia parte, alături de ierarhi și cler, toți credincioșii care doresc să se unească în rugăciune.


La ora 18:30, trupul Preafericirii Sale va fi depus în Catedrală, unde se va celebra Sfânta Liturghie a Sfântului Ioan Gură de Aur și rânduiala Parastasului, urmate de un program de rugăciune continuă.


Cei care doresc ca prin rugăciune să îi aducă un ultim omagiu, o vor putea face în timpul dintre celebrările Sfintelor Liturghii, în intervalul orar 07:00 – 22:00.


Până la înmormântarea Preafericirii Sale, în toate bisericile greco-catolice vor fi trase clopotele la ora 12:00, iar la toate Sfintele Liturghii, după ectenia stăruitoare, înainte de Heruvic, se va rosti ectenia morților pentru odihna cea veșnică a Întâistătătorului Bisericii noastre. De asemenea, toate bisericile și instituțiile Bisericii Greco-Catolice vor arbora drapele negre.


În ziua de luni, 29 septembrie 2025, în Catedrala Sfânta Treime din Blaj, la ora 11:00 va avea loc Sfânta și Dumnezeiasca Liturghie urmată de Slujba Înmormântării. Celebrarea liturgică va fi transmisă în direct de postul de televiziune TVR 3 și pe canalul de YouTube al Radio Blaj TV Online. Toți celebranții vor îmbrăca veșminte luminate.


Preoții care din binecuvântate pricini nu vor participa la Slujba Înmormântării, vor celebra în parohia proprie, în ziua înmormântării, Sfânta Liturghie cu Panihida la intenția odihnei sufletului Preafericitului Părinte Cardinal Lucian.


Pomenirea ierarhiei în cadrul celebrărilor liturgice se va face până la noi dispoziții în felul următor: „Pe Sfântul Părinte Papa Leon, pe Preasfințit Episcopul nostru (n.), …”.


Conform tradiției Bisericii noastre, fiecare preot este rugat să celebreze șapte Sfinte Liturghii la intenția odihnei sufletului Arhipăstorului nostru.


Te rugăm Doamne al Puterilor Cerești să îi dăruiești servului Tău, Preafericitul Părinte Cardinal Lucian, odihna cea veșnică în locașurile celor drepți. Îți mulțumim Doamne pentru că ni L-ai dăruit, îți mulțumim pentru slujirea și fidelitatea lui.


„Slugă bună şi credincioasă, intră întru bucuria Domnului tău” (Mt. 25, 21).


Cu sfinții odihnește, Cristoase, sufletul adormitului robului Tău, unde nu este durere nici întristare, nici suspin, ci viaţă fără de sfârşit.


Amin!



Sursă: Biroul de Presă al Arhieparhiei de Alba Iulia și Făgăraș

01/09 - Comienzo del Año Eclesiástico (Indicción)


El primer día de septiembre se inicia el año eclesiástico. Históricamente en esa fecha el Imperio Romano imponía a sus súbditos un gravamen para el mantenimiento de sus fuerzas armadas. A dicho impuesto se le dio el nombre de Indicción (Definición, Orden, Llamamiento), el cual también fue adoptado por los emperadores en Constantinopla. Posteriormente se usó el término de Distribución para denominarlo. En el año 312, Constantino el Grande introdujo en sus territorios este decreto después de ser proclamado Emperador.


Hay tres tipos de Indicción pero la que celebramos nosotros vino a ser llamada la Constantinopolitana, adoptada por los Patriarcas. Esta Indicción o llamamiento se inicia el 1 de septiembre y es observada con especial atención: en este tiempo, a la vez que se concluye un ciclo de producción con la siega y recolección de las cosechas y su almacenamiento en los graneros, se inicia también la preparación para la siembra y cultivo futuros. Por eso consideramos esta fecha para el inicio del nuevo año.


La Iglesia festeja este día suplicando a Dios por buen tiempo, lluvias generosas y abundancia de los frutos de la tierra. Las Sagradas Escrituras dan testimonio de que el pueblo de Israel celebraba la fiesta del Clamor de las Trompetas en este día ofreciendo himnos de acción de gracias. Además de lo antes dicho, nosotros conmemoramos también, la presencia del Señor en la Sinagoga de Nazareth cuando leyó el pasaje de Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva” (Lc 4:16-30).


EL AÑO LITÚRGICO EN LA IGLESIA BIZANTINA


La celebración litúrgica en la Iglesia Bizantina se nos presenta de una forma que tiene que ver con toda la vida del cristiano y le confiere un ritmo propio. En cada etapa del camino de la vida, en cada momento difícil, la Iglesia busca santificar a sus hijos con los sacramentos y con las oraciones. De este modo, la vida del cristiano no avanza según los días del calendario, sino según las festividades eclesiales y el tiempo terrestre o natural se transforma en parte de la Historia Sagrada, en Tiempo de Salvación.


Las celebraciones bizantinas están estrechamente ligadas a los “ciclos del tiempo”, así encontramos tres tipos de ciclos: diario, semanal y anual.


El ciclo diario está formado por una serie de servicios litúrgicos que coinciden con un tiempo u hora determinada del día y que puede tener como su culmen la celebración de la Divina Liturgia. El ciclo semanal gira en torno al Domingo, que se dedica a conmemorar y celebrar la Resurrección de Cristo y se constituye en fuente de donde manan las gracias para los otros seis días.


Pero, de los tres tipos de ciclos, el más amplio y desarrollado es el ciclo litúrgico anual que llamamos Año Litúrgico. Comienza el 1 de Septiembre y tiene su culmen en la celebración de la Pascua. Está formado, como el semanal, además de las conmemoraciones diarias de los misterios del Señor, de la Santísima Virgen o de los Santos, por 12 Grandes Fiestas fijas en cuanto que tienen una fecha asignada en el año: 8 de septiembre: la Natividad de la Santa Virgen María, Madre de Dios; 14 de septiembre: se conmemora la Exaltación de la Cruz. Para este día, la Iglesia prescribe el ayuno estricto y en el templo se celebra un rito especial de adoración de la Cruz; 21 de noviembre: la Presentación de la Virgen María en el templo; 25 de diciembre: la Natividad de Cristo; 1 de enero: La Circuncisión del Señor; 6 de enero: el Bautismo del Señor (Epifanía); 2 de febrero: la Presentación del Señor; 25 de marzo: La Anunciación a la Virgen María, fiesta que San Juan Crisóstomo la llamaba la “raíz de las fiestas”; 24 de junio: La Natividad de Juan el Bautista; 29 de junio: La memoria de los santos apóstoles Pedro y Pablo; 6 de agosto: La Trasfiguración del Señor; 15 de agosto: La Dormición de la Santísima Madre de Dios.


Y existen además cuatro grandes fiestas en honor del Señor, que son de carácter movible pues van unidas al misterio de la Resurrección: La Entrada de Jesús en Jerusalén (Domingo de Ramos); El glorioso día de la Resurrección del Señor (Pascua); El luminoso día de la Ascensión de Jesús al cielo y El descenso del Espíritu Santo (Pentecostés).


Adicionalmente tenemos algunas fechas o períodos importantes durante el año: 1 de octubre: la Protección de la Virgen María. El 15 de noviembre: se inicia el ayuno navideño, que precede a la más importante festividad de las consideradas fijas: la Natividad y el Bautismo del Señor. Y la última de las grandes festividades del año es la Decapitación de Juan el Precursor y Bautista que se celebra el 29 de agosto y se caracteriza por ser día de ayuno estricto.


Por último podemos mencionar que revisten también gran importancia la fiesta Titular de la Iglesia, Monasterio o Ciudad que ya no son de carácter general sino particular o local.


Todo el Año Litúrgico, es pues, el medio como la Iglesia al presentarnos los principales misterios de nuestra redención nos recuerda que además de tener la verdadera fe, y de celebrarla con acciones de culto, estamos llamados a dejarnos iluminar y transformar por cada uno de los misterios que celebramos, y que por nuestra vida, por nuestras obras, todos den gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.


LECTURAS


En Vísperas


Is 61,1-10: El Espíritu del Señor, Dios, está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los pobres, para curar los corazones desgarrados, proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad; para proclamar un año de gracia del Señor, un día de venganza de nuestro Dios, para consolar a los afligidos, para dar a los afligidos de Sión una diadema en lugar de cenizas, perfume de fiesta en lugar de duelo, un vestido de alabanza en lugar de un espíritu abatido. Los llamarán «robles de justicia», «plantación del Señor, para mostrar su gloria». Reconstruirán sobre ruinas antiguas, pondrán en pie los sitios desolados de antaño, renovarán ciudades devastadas, lugares desolados por generaciones. Extranjeros serán pastores de vuestros rebaños, forasteros, vuestros labradores y viñadores. Vosotros os llamaréis «Sacerdotes del Señor», dirán de vosotros: «Ministros de nuestro Dios». Comeréis la opulencia de los pueblos, y tomaréis posesión de sus riquezas. A cambio de vuestra vergüenza, obtendrán una porción doble; poseerán el doble en su país, y gozarán de alegría perpetua. Porque yo, el Señor, amo la justicia, detesto la rapiña y el crimen; les daré su salario fielmente y haré con ellos un pacto perpetuo. Su estirpe será célebre entre las naciones, y sus vástagos entre los pueblos. Los que los vean reconocerán que son la estirpe que bendijo el Señor. Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con mi Dios.


Lev 26,3-12;14-17;19-20;22;33;40-41: Dijo el Señor a los hijos de Israel: «Si camináis según mis preceptos y guardáis mis mandamientos, poniéndolos en práctica, yo os mandaré las lluvias a su tiempo, para que la tierra dé sus cosechas y el árbol del campo dé su fruto. El tiempo de trilla alcanzará hasta la vendimia, y la vendimia hasta la sementera; comeréis vuestro pan hasta saciaros y habitaréis tranquilos en vuestra tierra. Yo traeré la paz al país y dormiréis sin que nadie perturbe vuestro sueño; haré desaparecer del país las fieras, y la espada no traspasará vuestras fronteras. Perseguiréis a vuestros enemigos; que caerán ante vosotros a filo de espada. Cinco de vosotros pondréis en fuga a cien, y cien de vosotros a diez mil; vuestros enemigos caerán ante vosotros a filo de espada. Me volveré hacia vosotros, os haré fecundos, os multiplicaré y mantendré mi alianza con vosotros. Comeréis de la cosecha añeja y tendréis que tirar la añeja para hacer sitio a la nueva. Pondré mi morada en medio de vosotros y no os rechazaré. Me pasearé en medio de vosotros y seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo. Pero, si no me escucháis ni cumplís todos estos mandamientos; si despreciáis mis preceptos y rechazáis mis normas, no haciendo caso de todos mis mandamientos y rompiendo mi alianza, yo también haré lo mismo con vosotros. Daré suelta sobre vosotros al terror, a la tisis y a la fiebre, que os abrasen los ojos y os consuman la vida. Sembraréis en vano vuestra semilla, pues la cosecha se la comerán vuestros enemigos. Me volveré contra vosotros y sucumbiréis ante vuestros enemigos; os tiranizarán los que os aborrecen y huiréis sin que nadie os persiga. Quebrantaré vuestro orgullo y vuestra fuerza. Convertiré vuestro cielo en hierro y en bronce vuestra tierra. Vuestras fuerzas se consumirán en vano, pues vuestra tierra no dará sus cosechas y el árbol del campo os negará sus frutos. Daré suelta contra vosotros a fieras salvajes, que os privarán de vuestros hijos, acabarán con vuestro ganado y os reducirán a unos pocos, hasta que vuestros caminos queden desiertos. A vosotros os aventaré entre las naciones y os perseguiré con la espada desenvainada. Vuestra tierra será un yermo y vuestras ciudades una ruina. Entonces confesarán su iniquidad y la iniquidad de sus padres, cómo se rebelaron contra mí y se enfrentaron conmigo. También yo me he enfrentado con ellos y los he llevado a la tierra de sus enemigos». Esto dice el Señor Dios, el Santo de Israel.


Sab 4,7-15: El justo, aunque muera prematuramente, tendrá descanso. Una vejez venerable no son los muchos días, ni se mide por el número de años, pues las canas del hombre son la prudencia y la edad avanzada, una vida intachable. Agradó a Dios y Dios lo amó, vivía entre pecadores y Dios se lo llevó. Lo arrebató para que la maldad no pervirtiera su inteligencia, ni la perfidia sedujera su alma. Pues la fascinación del mal oscurece el bien y el vértigo de la pasión pervierte una mente sin malicia. Maduró en poco tiempo, cumplió muchos años. Como su vida era grata a Dios, se apresuró a sacarlo de la maldad. La gente lo ve y no lo comprende, ni les cabe esto en la cabeza: la gracia y la misericordia son para sus elegidos y la protección para sus devotos.


En Maitines


Mt 11,27-30: Dijo el Señor a su discípulos: «Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».


En la Liturgia


1 Tim 2,1-7: Hijo mío, Timoteo, ruego, lo primero de todo, que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por toda la humanidad, por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos llevar una vida tranquila y sosegada, con toda piedad y respeto. Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Pues Dios es uno, y único también el mediador entre Dios y los hombres: el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos; este es un testimonio dado a su debido tiempo y para el que fui constituido heraldo y apóstol —digo la verdad, no miento—, maestro de las naciones en la fe y en la verdad.


Lc 4,16-22: En aquel tiempo, fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor». Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él. Y él comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír». Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca.



Fuente: Cristianismo bizantino / Lexorandies.blogspot.com / Sagrada Biblia de la Conferencia Episcopal Española